¿Deben las educadoras dar besos y abrazos a los niños?

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El debate sobre si las educadoras deben dar besos y abrazos a los niños en la primera infancia ha tomado relevancia en los últimos años. Mientras algunos defienden la necesidad de mantener una distancia emocional para evitar malentendidos o imponer afecto, otros consideran que estas muestras de cariño son esenciales para el desarrollo emocional de los pequeños.

En La Nube, entendemos que cada niño es único y que el afecto juega un papel fundamental en su bienestar y seguridad emocional. Nuestra filosofía se basa en el respeto a la individualidad de cada pequeño, fomentando un vínculo afectivo sano con sus educadoras y el resto del equipo.

La importancia del vínculo afectivo en la primera infancia

Los primeros años de vida son cruciales en el desarrollo emocional y social de los niños. Durante esta etapa, aprenden a confiar en los adultos que los rodean y a construir relaciones seguras y significativas. El contacto afectivo, como abrazos, caricias y palabras de aliento, es una de las formas más naturales en las que los niños interpretan el cariño y el cuidado.

Los bebés y niños pequeños asocian el afecto con la seguridad. Desde que nacen, los abrazos de mamá y papá representan protección y amor. En una guardería, donde pasan gran parte del día, es fundamental que encuentren un ambiente donde el afecto sea parte del día a día, siempre respetando sus límites y preferencias.

¿Qué papel juegan los abrazos y besos en la relación con las educadoras?

Según nuestra Seño Jenny, en La Nube creemos que el vínculo con los niños debe estar basado en el respeto y la espontaneidad. Esto significa que las muestras de cariño no deben ser impuestas, sino naturales y genuinas.

  • No todos los niños son iguales: Algunos niños buscan el contacto físico como una forma de sentirse seguros, mientras que otros prefieren otras formas de expresión afectiva, como una sonrisa, un choque de manos o una palabra amable.
  • El afecto no se impone: En nuestra guardería, nunca obligamos a los niños a dar besos o abrazos. Ellos deben sentirse cómodos y elegir cómo expresarse.
  • Las educadoras pueden demostrar afecto de diferentes maneras: Un abrazo en un momento de consuelo, cargar a un niño cuando lo necesita, acariciar su cabeza con ternura o simplemente ofrecer una mirada cálida y palabras de aliento pueden marcar una gran diferencia en su bienestar emocional.

Seguridad y confianza: La clave de un desarrollo emocional saludable

Un ambiente afectuoso y seguro permite que los niños desarrollen confianza en sí mismos y en los demás. Cuando un niño se siente protegido, comprendido y querido, es más propenso a explorar el mundo con seguridad, establecer relaciones saludables y gestionar mejor sus emociones.

En La Nube, promovemos el contacto afectivo basado en la reciprocidad y el respeto. Si un niño nos busca para un abrazo, lo recibimos con la misma intensidad y amor. Si prefiere otro tipo de interacción, también lo respetamos y le damos el espacio que necesita.

En La Nube: El afecto es parte esencial del aprendizaje

Cada institución educativa tiene sus propias normas respecto a las muestras de afecto. En La Nube, estamos convencidos de que los besos, abrazos y otras formas de cariño son fundamentales para fortalecer el vínculo entre los niños y sus educadoras, siempre desde la libertad y el respeto.

Nuestra prioridad es que los niños se sientan seguros, queridos y comprendidos, porque sabemos que un niño emocionalmente estable y feliz tendrá un mejor desarrollo en todas las áreas de su vida.


Si buscas una guardería donde el amor, el respeto y el aprendizaje vayan de la mano, te invitamos a conocernos. ¡En La Nube, creamos un espacio lleno de afecto y confianza para cada niño!

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