Modelo Educativo
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Crecer, Aprender y Jugar: El Camino al Desarrollo Integral en La Nube
En «La Nube», nuestro modelo educativo se basa en un enfoque integral y personalizado que promueve el desarrollo cognitivo, emocional, social y físico de cada niño. Creemos que la educación en los primeros años de vida es crucial, ya que sienta las bases para el futuro desarrollo y aprendizaje. Por eso, diseñamos un entorno seguro y estimulante donde los niños puedan explorar, aprender y crecer a su propio ritmo.
¿Cómo evaluamos el desarrollo?
En «La Nube», el seguimiento del desarrollo integral de cada niño es una prioridad. Por ello, utilizamos tablas de evaluación del desarrollo, diseñadas específicamente para medir los logros y avances en distintas áreas a lo largo de los primeros cinco años de vida. Estas tablas nos permiten tener una visión clara del progreso de cada niño, identificar áreas que necesitan mayor atención y adaptar las actividades pedagógicas de acuerdo con sus necesidades individuales.
Estas tablas no solo nos ayudan a monitorear el crecimiento de los niños, sino que también son una herramienta de comunicación con los padres, para que estén informados sobre los hitos que alcanzan sus hijos en cada etapa del desarrollo.
En este primer año de vida, el desarrollo se enfoca en tres áreas principales: socio-afectiva, lenguaje y sensorio-motriz.
- Socio-Afectivo: Los bebés comienzan a mostrar reacciones emocionales, como sonrisas sociales y disfrutan la presencia de otros niños y adultos. Su disposición a las actividades también es notable, y responden de manera positiva a estímulos afectivos.
- Lenguaje: En esta etapa, los bebés reproducen sonidos, emiten sus primeras palabras y comienzan a comprender algunas palabras básicas que están relacionadas con sus rutinas diarias.
- Sensorio-Motriz: Desde los 6 meses, el bebé empieza a adquirir habilidades motrices importantes como el gateo, voltearse solo, sentarse sin apoyo y desplazarse por arrastre. Hacia los 9-12 meses, algunos bebés ya pueden ponerse de pie, hacer movimientos de marcha y caminar con apoyo en los muebles
Durante el segundo año, los niños logran mayor independencia en su interacción con el entorno.
- Socio-Afectivo: Los niños muestran un ánimo alegre y activo, comienzan a relacionarse mejor con otros niños y adultos. Son capaces de seguir indicaciones sencillas y comprender límites como el «no» o el «sí».
- Lenguaje: Comienzan a formar frases simples de 3 a 4 palabras y a participar en conversaciones básicas. Responden a su nombre y reconocen a otros niños, imitan acciones, repiten sonidos y comprenden mejor el lenguaje del adulto.
- Psicomotor: Los niños pueden caminar, correr, abrir y cerrar objetos, usar utensilios básicos como cuchara y vaso sin derramar líquidos. Además, comienzan a quitarse algunas prendas de vestir y a usar el orinal
En esta etapa, se observa una mayor habilidad de expresión y de coordinación física.
- Socio-Afectivo: Los niños pueden mantener un estado de ánimo alegre por periodos largos, participan en juegos cooperativos y se adaptan fácilmente a pequeños cambios en su entorno.
- Lenguaje: Expresan frases simples con un vocabulario más amplio que incluye verbos, sustantivos, adjetivos, y son capaces de seguir secuencias de instrucciones. Aumenta su capacidad para mantener conversaciones cortas y comunicar sus necesidades.
- Psicomotor: A nivel motor, los niños corren, saltan y lanzan objetos. Se observan mejoras en la coordinación para vestirse y en la independencia al comer, usar el baño y cepillarse los dientes
El cuarto año es crucial para el desarrollo cognitivo y motriz.
- Socio-Afectivo: Los niños mantienen un estado de ánimo estable, demuestran empatía y buenos modales. Participan activamente en actividades de grupo y colaboran con otros niños en la organización del juego.
- Lenguaje: Aumenta su capacidad para contar historias, narrar experiencias y utilizar correctamente las estructuras gramaticales. Son capaces de mantener conversaciones espontáneas con sus compañeros y adultos.
- Psicomotor: Los niños ya logran subir y bajar escaleras, correr, saltar y realizar tareas de cuidado personal como lavarse las manos, vestirse y cepillarse los dientes. También presentan habilidades más avanzadas como rasgar, recortar y manipular objetos pequeños
En el quinto año, los niños muestran una mayor capacidad para resolver problemas y un pensamiento más abstracto.
- Socio-Afectivo: Los niños son capaces de resolver pequeños conflictos por sí mismos durante el juego, muestran actitudes de colaboración y reconocimiento de emociones propias y ajenas. Participan en tareas laborales simples y muestran mayor autonomía en su entorno social.
- Lenguaje: Tienen un amplio vocabulario y construyen oraciones más complejas. Pueden dramatizar hechos de la vida cotidiana y obras literarias, expresándose con claridad y ampliando su comprensión del tiempo verbal.
- Psicomotor: A nivel físico, los niños se desplazan en diversas formas y son capaces de realizar tareas complejas como rebotar y atrapar objetos. Además, se destacan en actividades de coordinación motora fina como utilizar correctamente los utensilios de comida y participar en juegos que requieren habilidades avanzadas